- Bueno hijo, a
dormir.
- Dale, pa… uno más.
¡No tengo sueño todavía!
- ¿Sabés a que me
hacés acordar? A la máquina de inventar historias.
“Tu tío y yo, de chicos, éramos amantes de los cuentos,
igual que vos. Y ya estábamos cansados de escuchar siempre las mismas historias
de los hololibros, tanto que una vez lle
gamos hasta a dejar de comer golosinas
por un mes para comprar uno nuevo.
- Que bueno que estaría tener una máquina de hacer
historias- le dije a mi hermano. Y como sabrás, él solía hacer realidad las
cosas que yo tan fácilmente imaginaba.
En secreto, trabajó
durante días hasta que la máquina estuvo lista para ser probada:
- ¡Wow! ¡Está buenísima! ¿Cómo funciona?
- Bueno, estas mangueras de acá son micrófonos, y se conectan
con los grabadores que están ahí y allá… usé el chip de los dados digitales de
papá para que mezcle las palabras al azar, y esa caja que ves ahí es el
significador. A ese lo inventé yo y es lo más importante… es lo que le va a dar
sentido a la mezcla de lo que capten los grabadores.
Estábamos ansiosos
por probar el aparato, pero para funcionar tenía que grabar durante todo un
día. Lo dejamos encendido y pusimos unas manguera en el marco de la ventana,
para que grabe a la gente que pasaba por la calle, otra apuntando a la sala,
para que grabe a nuestra familia, y otra la dejamos en el cuarto, grabándonos a
nosotros mismos.
Al día siguiente, tu
tío le dio play, ansioso por escuchar el resultado. La máquina habló usando por
cada palabra una voz diferente.
<< En la casa hay
un árbol
muriendo…>>
Nosotros, maravillados, escuchábamos sin notar que, a medida
que armaba las oraciones, el significador se sacudía con violencia a la vez que
aumentaba su temperatura.
<<…dejando a
los nenes solos
con sus sombras…>>
Mi hermano vio lo que
pasaba. Luchando por rescatar su invento, no prestó mucha atención a lo que la
máquina trataba de decirnos. Yo, aún hoy, recuerdo las palabras del
significador, que fueron cambiando de sentido a lo largo de mi vida.
<<…hasta que
lo descubran en
su interior.>>”
-¿Pudo salvar la máquina?
- No, y tampoco
quisimos reconstruirla... nos pareció mejor inventar nuevas historias nosotros
mismos.