lunes, 9 de diciembre de 2013

Final del juego



-...Y entonces llegué a la puerta de entrada al módulo interespacial. Lamentablemente estaba defendido por dos guardias armados y tuve que utilizar las últimas municiones de mi rifle de protones para derrotarlos. Después entré al módulo, donde estaba la máquina que destruiría toda la galaxia. Solo debía apagarla para garantizar la subsistencia de la vida tal cual la conocíamos, pero, bloqueando el camino para impedirlo, se encontraba Wong, el malvado monje oscuro. Nunca había habido un vencedor definido las veces que nos habíamos enfrentado antes. La primera vez él escapó aprovechando un derrumbe en el monte Never-rest y la avalancha de technonieve que sobrevino. La segunda vez fui yo el que tuvo suerte, ya que logré aferrarme a un peñasco que evitó mi caída hacia las fauces del abismo interminable en cuyo fondo aguardaba un pequeño agujero negro artificial. Pero esta vez todo sería diferente. No había lugar para escapes ni para postergaciones de último minuto. Nos batiríamos a duelo y del vencedor dependería el destino del universo.
Sin municiones dejé a un lado mi rifle de protones y tomé la única arma que me quedaba, el sable de energía. Iba a ser un enfrentamiento muy complicado ya que Wong era uno de los mas grandes maestros de sable del cosmos, invicto en todos sus duelos conocidos.
De mas está decir que fue un duelo terriblemente complicado. En un primer momento logré tomar la iniciativa asestándole varios golpes de sable que redujeron su campo de fuerza personal al mínimo. Llegado ese punto, Wong cambió de estrategia y comenzó a atacarme desde las alturas lanzándome tubos necrógenos explosivos. Esos ataques me obligaron a retroceder, ya que a causa de mis combates anteriores no tenía mis defensas en un nivel de potencia adecuado para resistir ese tipo de ataques. Al alejarme de las explosiones, pude ver que la plataforma donde él se encontraba estaba sostenida por un campo magnético hiperbólico y, como todos saben, esos campos magnéticos son muy susceptibles a los ataques de energía. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, la plataforma donde estaba se desmoronó. Al verse en el suelo frente a mi nuevamente, Wong quiso activar su esfera de invulnerabilidad. Yo, sabiendo que de conseguirlo me sería imposible derrotarlo, no tuve mas opción que utilizar la técnica secreta que había aprendido de Sir Malcom Gutiérrez Polijronókulos: La Caravana Espiralada Entrópica...-
-¿Y cómo se hace?-
-No es muy difícil, pero lleva tiempo agarrarle la mano. Primero hay que poner el neurodetector sofístico en modo automático, Después hay que activar el Fitoparalizador histriónico y finalmente apretar Y, U, T, I, U, B. en ese orden en el comando central. Si hiciste la secuencia correcta, sale el ataque y le ganas a Wong antes de que active la invulnerabilidad-.

Hernán estaba atónito, con la boca abierta, mirando a su padre maravillado sin decir palabra alguna.
Aprovechando la oportunidad, Rodrigo tapó a su hijo con la manta y le dijo después de besarlo en la frente:
-Bueno, ahora a dormir. Si mañana te portás bien bajó la PlayBox 720 del altillo y jugamos Colapso del Universo juntos.-

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