-¿Existe dios papá?- Preguntó Hernán a su
padre, que automáticamente supo que esa noche no le resultaría fácil hacer
dormir a su hijo.
-¿Dios?, depende. Para algunas culturas
existe uno, para otras existen varios, hay quienes dicen que sus dioses ya no
existen mas...-
-¿Pero para vos existe?- retrucó Hernán.
–Puede ser- Respondió Rodrigo intentando
prepararse para cambiar de tema, pero su hijo, hábil, se le anticipó:
-¿Lo
viste alguna vez?...-
-Sí,
eso creo al menos.
"Fue hace unos años, vos todavía eras un bebé y yo estaba trabajando para Focus, una empresa que realizaba mapeos intergalácticos. Me habían contratado para que llegue hasta el lugar desde donde se suponía había surgido el universo: el punto exacto donde había ocurrido el Big Bang. Como era un trabajo importante, me mandaron con un grupo de veinte personas, topógrafos, cartógrafos, astro-físicos, neurópatas y otros tantos expertos de diversas áreas. La idea era que yo, como piloto, los llevase para que realicen sus investigaciones y los traiga de regreso sanos y salvos. Nadie sabía con que podíamos encontrarnos, ya que el punto exacto de nuestro destino era un secreto guardado por algunas tribus antiguas del planeta tierra y de pura casualidad uno de los directivos de Focus había encontrado unos escritos muy antiguos con referencias mas o menos contundentes.
"Fue hace unos años, vos todavía eras un bebé y yo estaba trabajando para Focus, una empresa que realizaba mapeos intergalácticos. Me habían contratado para que llegue hasta el lugar desde donde se suponía había surgido el universo: el punto exacto donde había ocurrido el Big Bang. Como era un trabajo importante, me mandaron con un grupo de veinte personas, topógrafos, cartógrafos, astro-físicos, neurópatas y otros tantos expertos de diversas áreas. La idea era que yo, como piloto, los llevase para que realicen sus investigaciones y los traiga de regreso sanos y salvos. Nadie sabía con que podíamos encontrarnos, ya que el punto exacto de nuestro destino era un secreto guardado por algunas tribus antiguas del planeta tierra y de pura casualidad uno de los directivos de Focus había encontrado unos escritos muy antiguos con referencias mas o menos contundentes.
A
medida que nos acercábamos a nuestro destino, el pulso gravitacional nos indicó
que el lugar no estaba vacío, sino que en él se hallaba algo que podría
describirse como un planetoide muy extraño. Era una superposición de
estructuras incongruentes que desafiaban toda lógica y conocida. Parecía una
especie de ciudad donde las fuerzas desatadas en el Big Bang habían causado que
las leyes de la geometría no se aplicasen ahí, dando como resultado un enorme
laberinto sin sentido ni explicación. Como en mi contrato nunca se había
hablado de tareas de exploración, me quedé en la nave mientras el resto del
grupo se aventuraba al planetoide a investigar. Dentro, en la comodidad de la
cabina, mientras se suponía que debía monitorear los movimientos del equipo de
exploración, me quedé dormido. No fue un sueño normal, casi que había sido
obligado a quedarme dormido por una fuerza desconocida. Entonces, en mi sueño,
apareció: era una criatura gigantesca, parecida a un árbol, con raíces, tronco
y ramas, pero que, claramente, no pertenecía al reino vegetal. Ni siquiera
estoy seguro de que perteneciese a ningún reino conocido. Dijo llamarse
Nyaghhathogga y era el guardián de la entrada a esta dimensión. El planetoide
ciudad-laberinto era en realidad un portal cerrado, un intento de invasión fallido
de seres de mundos lejanos e inconmensurables. Mientras decía esto último me vi
atraído hacia esa figura que extendía sus ramas-tentáculos hacia mí para
aferrarme. Segundos antes de ser devorado por aquella criatura fui despertado
por los golpes desesperados que los expedicionarios daban a la puerta de
entrada de la nave para que los deje entrar. Nunca supe por cuanto tiempo había
estado durmiendo. De todo el grupo de expedicionarios solo quedaban dos y los
monitores de los demás no mostraban signos vitales. Una vez dentro los
supervivientes estaban pálidos y callados, con la expresión vacía, dando
muestras de haberse topado con esas cosas con las cuales es mejor no imaginar.
Volvimos
a la tierra, la expedición se consideró una pérdida aceptable para la empresa y
nunca mas se habló del tema.-"
Hernán, lejos de dormirse,
estaba aterrado,aferrado al termocovertor de la cama. Pero Rodrigo sabía de
antemano que eso ocurriría así que se preparó para una noche larga y se prometió
que jamás volvería a contarle historias de terror para hacerlo dormir.
Uff
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