-...Y
entonces llegué a la puerta de entrada al módulo interespacial. Lamentablemente
estaba defendido por dos guardias armados y tuve que utilizar las últimas
municiones de mi rifle de protones para derrotarlos. Después entré al módulo, donde
estaba la máquina que destruiría toda la galaxia. Solo debía apagarla para
garantizar la subsistencia de la vida tal cual la conocíamos, pero, bloqueando
el camino para impedirlo, se encontraba Wong, el malvado monje oscuro. Nunca
había habido un vencedor definido las veces que nos habíamos enfrentado antes.
La primera vez él escapó aprovechando un derrumbe en el monte Never-rest y la
avalancha de technonieve que sobrevino. La segunda vez fui yo el que tuvo
suerte, ya que logré aferrarme a un peñasco que evitó mi caída hacia las fauces
del abismo interminable en cuyo fondo aguardaba un pequeño agujero negro
artificial. Pero esta vez todo sería diferente. No había lugar para escapes ni
para postergaciones de último minuto. Nos batiríamos a duelo y del vencedor
dependería el destino del universo.
Sin
municiones dejé a un lado mi rifle de protones y tomé la única arma que me
quedaba, el sable de energía. Iba a ser un enfrentamiento muy complicado ya que
Wong era uno de los mas grandes maestros de sable del cosmos, invicto en todos
sus duelos conocidos.
De
mas está decir que fue un duelo terriblemente complicado. En un primer momento
logré tomar la iniciativa asestándole varios golpes de sable que redujeron su
campo de fuerza personal al mínimo. Llegado ese punto, Wong cambió de
estrategia y comenzó a atacarme desde las alturas lanzándome tubos necrógenos
explosivos. Esos ataques me obligaron a retroceder, ya que a causa de mis
combates anteriores no tenía mis defensas en un nivel de potencia adecuado para
resistir ese tipo de ataques. Al alejarme de las explosiones, pude ver que la
plataforma donde él se encontraba estaba sostenida por un campo magnético
hiperbólico y, como todos saben, esos campos magnéticos son muy susceptibles a
los ataques de energía. Antes de que pudiera darse cuenta de lo que estaba
ocurriendo, la plataforma donde estaba se desmoronó. Al verse en el suelo
frente a mi nuevamente, Wong quiso activar su esfera de invulnerabilidad. Yo, sabiendo
que de conseguirlo me sería imposible derrotarlo, no tuve mas opción que
utilizar la técnica secreta que había aprendido de Sir Malcom Gutiérrez
Polijronókulos: La
Caravana Espiralada Entrópica...-
-¿Y
cómo se hace?-
-No
es muy difícil, pero lleva tiempo agarrarle la mano. Primero hay que poner el
neurodetector sofístico en modo automático, Después hay que activar el
Fitoparalizador histriónico y finalmente apretar Y, U, T, I, U, B. en ese orden
en el comando central. Si hiciste la secuencia correcta, sale el ataque y le
ganas a Wong antes de que active la invulnerabilidad-.
Hernán
estaba atónito, con la boca abierta, mirando a su padre maravillado sin decir
palabra alguna.
Aprovechando
la oportunidad, Rodrigo tapó a su hijo con la manta y le dijo después de
besarlo en la frente:
-Bueno, ahora a dormir. Si mañana te portás bien bajó la PlayBox 720 del altillo y jugamos Colapso del Universo juntos.-
[...]apretar Y, U, T, I, U, B. en ese orden [...]
ResponderEliminar"iu tiub", "you tube". Lindo guiño ;)
Hehe. Me declaro culpable...
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